lunes, 6 de agosto de 2012

Unidad VII; Sistema Digestivo


UNIDAD VII. SISTEMA DIGESTIVO.
7.1  Describir el Sistema Digestivo.
7.2  Explicar las Funciones del Sistema Digestivo.
7.3  Explicar las características del Sistema Digestivo.

UNIDAD VII
SISTEMA DIGESTIVO.
7.1 Describir el Sistema Digestivo:
El aparato digestivo es un conjunto de órganos, con glándulas asociadas. Se encarga de transformar los alimentos en sustancias simples y fácilmente utilizables por el organismo.
Desde la boca hasta el ano, el tubo digestivo mide unos once metros de longitud. En la boca ya empieza propiamente la digestión. Los dientes trituran los alimentos y las secreciones de las glándulas salivales los humedecen e inician su descomposición química. Luego, el bolo alimenticio cruza la faringe, sigue por el esófago y llega al estómago, una bolsa muscular de litro y medio de capacidad, en condiciones normales, cuya mucosa segrega el potente jugo gástrico, en el estómago, el alimento es agitado hasta convertirse en el quimo.
A la salida del estómago, el tubo digestivo se prolonga con el intestino delgado, de unos seis metros de largo, aunque muy replegado sobre sí mismo. En su primera porción o duodeno recibe secreciones de las glándulas intestinales, la bilis y los jugos del páncreas. Todas estas secreciones contienen una gran cantidad de enzimas que degradan los alimentos y los transforman en sustancias solubles simples.
El tubo digestivo continúa por el intestino grueso, de algo más de metro y medio de longitud. Su porción final es el recto, que termina en el ano, por donde se evacuan al exterior los restos indigeribles de los alimentos.
También puede decirse  que el interior de estos órganos huecos está revestido por una membrana llamada mucosa. La mucosa de la boca, el estómago y el intestino delgado contiene glándulas diminutas que producen jugos que contribuyen a la digestión de los alimentos. El tracto digestivo también contiene una capa muscular suave que ayuda a transformar los alimentos y transportarlos a lo largo del tubo. Otros dos órganos digestivos, el hígado y el páncreas, producen jugos que llegan al intestino a través de pequeños tubos llamados conductos. La vesícula biliar almacena los jugos digestivos del hígado hasta que son necesarios en el intestino. Algunos componentes de los sistemas nervioso y circulatorio también juegan un papel importante en el aparato digestivo.

Funcion del sistema digestivo.
-Prehension: Acto de asir algo, como cuando agarramos con la mano un objeto.
-Masticación: Las Funciones del Sistema Craneomandibular son dos, innatas y adquiridas, las cuales se subdividen en: Respiración, Succión, Deglución, Masticación, Fonoarticulación.
Dentro de las funciones adquiridas tenemos la masticación, la cual se caracteriza por ser condicionada, aprendida y automática. Los patrones de movimiento masticatorio se desarrollan a partir de la erupción de los dientes primarios. En el desarrollo de los patrones reflejos condicionados la erupción de los dientes incisivos dan sentido de posición mandibular con lo cual se logran contactos dentarios, gracias a esto se tienen los primeros movimientos de masticación pero aun no coordinados.  Luego con los  propioceptores, periodontales, de la mucosa, articulares y de la lengua se logra una máxima funcionalidad y eficiencia masticatoria. La actividad motriz compleja está basada en reflejos condicionados, los cuales están en estrecha relación con la oclusión, el periodonto y los músculos masticadores.
-Absorción: La absorción consiste en el paso a través de la pared intestinal de los productos obtenidos en la digestión a la sangre o a la linfa. La absorción se realiza principalmente en el intestino delgado (en el intestino grueso hay absorción de ciertas sustancias), y es llevada a cabo por las células que tapizan las vellosidades intestinales. La mayoría de los nutrientes orgánicos son absorbidos por transporte activo: Aminoácidos, glucosa y galactosa, fructosa, ácidos grasos, agua, hormonas, colesterol, vitaminas liposolubles.
La mayoría de las moléculas digeridas de los alimentos, y el agua y los minerales provenientes de la dieta se absorben a través del intestino delgado. La mucosa del intestino delgado contiene muchos pliegues cubiertos de proyecciones diminutas llamadas vellosidades. Éstas sucesivamente están cubiertas de proyecciones microscópicas llamadas microvellosidades. Estas estructuras crean una superficie amplia a través de la cual se pueden absorber los nutrientes. Hay células especializadas que permiten que los materiales absorbidos atraviesen la mucosa y pasen a la sangre, que los distribuye a otras partes del cuerpo para almacenarlos o para que pasen por otras modificaciones químicas. Esta parte del proceso varía según los diferentes tipos de nutrientes.
Los carbohidratos: Se recomienda que entre el 45 y 65 por ciento de las calorías diarias provengan de carbohidratos. Algunos de los alimentos ricos en carbohidratos son el pan, las papas, los frijoles o guisantes secos, el arroz, la pasta, las frutas y los vegetales. Muchos de estos alimentos contienen al mismo tiempo fécula y fibra.
Los carbohidratos digeribles (fécula y azúcar) se descomponen en moléculas más sencillas por la acción de las enzimas de la saliva, del jugo pancreático y de la mucosa intestinal. La fécula se digiere en dos etapas: primero, una enzima de la saliva y del jugo pancreático lo descompone en moléculas de maltosa; luego una enzima de la mucosa del intestino delgado divide la maltosa en moléculas de glucosa que pueden absorberse en la sangre. La glucosa va por el torrente sanguíneo al hígado, en donde se almacena o se utiliza como fuente de energía para las funciones del cuerpo.
Los azúcares: se digieren en un solo paso. Una enzima de la mucosa del intestino delgado digiere la sacarosa, también llamada azúcar común, y la convierte en glucosa y fructosa, cada una de las cuales puede absorberse en el intestino y pasar a la sangre. La leche contiene lactosa, otro tipo de azúcar que se transforma en moléculas fáciles de absorber mediante la acción de otra enzima que se encuentra en la mucosa intestinal.
La fibra no se puede digerir y pasa por el tracto digestivo sin ser transformada por las enzimas. Muchos alimentos contienen fibra soluble e insoluble. La fibra soluble se disuelve fácilmente en agua y adquiere una textura blanda, como un gel, en el intestino. La fibra insoluble, por el contrario, pasa por el intestino casi sin modificación.
Las proteína: Los alimentos como carne, huevos y frijoles están formados por moléculas enormes de proteínas que deben ser digeridas por enzimas antes de que se puedan utilizar para producir y reparar los tejidos del cuerpo. Una enzima del jugo gástrico comienza la digestión de las proteínas que comemos. El proceso termina en el intestino delgado. Allí, varias enzimas del jugo pancreático y de la mucosa intestinal descomponen las enormes moléculas en unas mucho más pequeñas, llamadas aminoácidos. Éstos pueden absorberse en el intestino delgado y pasar a la sangre, que los lleva a todas partes del cuerpo para producir las paredes celulares y otros componentes de las células.
La grasa: Las moléculas de grasa son una importante fuente de energía para el cuerpo. El primer paso en la digestión de una grasa como la mantequilla es disolverla en el contenido acuoso del intestino. Los ácidos biliares producidos por el hígado disuelven la grasa en gotitas muy pequeñas y permiten que las enzimas pancreáticas e intestinales descompongan sus grandes moléculas en moléculas más pequeñas. Algunas de éstas son los ácidos grasos y el colesterol. Los ácidos biliares se unen a los ácidos grasos y al colesterol y los ayudan a pasar al interior de las células de la mucosa. En estas células, las moléculas pequeñas vuelven a formar moléculas grandes, la mayoría de las cuales pasan a los vasos linfáticos cercanos al intestino. Estos vasos llevan las grasas modificadas a las venas del tórax y la sangre las transporta hacia los lugares de depósito en distintas partes del cuerpo.
Las vitaminas: Otra parte fundamental de los alimentos son las vitaminas, que se absorben en el intestino delgado. Estas sustancias químicas se agrupan en dos clases, según el líquido en el que se disuelven: vitaminas hidrosolubles (todas las vitaminas de complejo B y la vitamina C) y vitaminas liposolubles (las vitaminas A, D E y K). Las vitaminas liposolubles se almacenan en el hígado y en el tejido adiposo del cuerpo, mientras que las vitaminas hidrosolubles no se almacenan fácilmente y su exceso se elimina en la orina.
Agua y sal: La mayoría del material que se absorbe a través del intestino delgado es agua, en la que hay sal disuelta. El agua y la sal vienen de los alimentos y líquidos que consumimos y de los jugos secretados por las glándulas digestivas.
-Transporte: El transporte activo requiere un gasto de energía para transportar la molécula de un lado al otro de la membrana, pero el transporte activo es el único que puede transportar moléculas contra un gradiente de concentración, al igual que la difusión facilitada el transporte activo está limitado por el número de proteínas transportadoras presentes.
Son de interés dos grandes categorías de transporte activo, primario y secundario. El transporte activo primario usa energía (generalmente obtenida de la hidrólisis de ATP), a nivel de la misma proteína de membrana produciendo un cambio conformacional que resulta en el transporte de una molécula a través de la proteína..
El transporte activo secundario utiliza la energía para establecer un gradiente a través de la membrana celular, y luego utiliza ese gradiente para transportar una molécula de interés contra su gradiente de concentración.
Este transporte acoplado en la misma dirección a través de la membrana celular se denomina cotransporte utiliza este tipo de mecanismo para transportar otros azucares tales como ribosa y arabinosa, como así también numerosos aminoácidos.
-La tarea del sistema digestivo es la descomposición física y química de la comida. Toda la energía que necesita el cuerpo, así como las materias primas para el crecimiento y la reparación de las estructuras del cuerpo proceden de la comida y la bebida que ingerimos. En el proceso de digestión encontramos las siguientes funciones:
·         Prueba de los alimentos mediante los sentidos del olfato y gusto
·         Trituración de los alimentos
·         Disolución en agua
·         Transporte de los alimentos triturados
·         Descomposición de los alimentos en sustancias simples con ayuda de enzimas digestivas
·         Absorción de las sustancias simples
·         Eliminación de los residuos no digeribles.

Cavidad bucal:
La vía de ingreso de todos los alimentos es la cavidad oral. En ella se realiza la ingesta y fragmentación de los alimentos, así como también su primera transformación química (al momento de unirse con la saliva).
La boca es el punto de partida de todo el proceso digestivo. Ella recibe la comida que ingerimos y, con la ayuda de diversas estructuras alojadas en su interior, se encarga de transformar las sustancias en un bolo (bolo alimenticio) capaz de continuar su paso por la primera porción del tubo digestivo. Se caracteriza por tener paredes blandas, además de poseer glándulas que secretan saliva, líquido que humedece y facilita el avance de la comida.
El primer movimiento muscular importante ocurre cuando ingerimos alimentos o líquidos. Aunque el ingerir es parte de un proceso voluntario, en cuanto empieza se vuelve involuntaria y pasa a estar bajo el control de los nervios.
La boca se divide en dos partes, el vestíbulo de la boca que es el espacio que queda entre la parte interna de los labios y la cara externa de los dientes, y la cavidad bucal o boca propiamente dicha, que va desde la cara interna de los dientes hasta la entrada de la faringe
El techo de la boca está formado por el paladar óseo y el paladar blando, que está formado por músculos y recubierto por mucosas.
En la línea media del paladar blando se proyecta hacia abajo una pequeña masa llamada úvula o campanilla.
La boca se comunica con la faringe a través de las fauces, que se encuentra en la parte posterior de la cavidad bucal.
Bordeando las fauces se encuentran cuatro pliegues o pilares del paladar que parten desde la úvula hacia los lados formando dos arcos, entre los cuales están situadas las amígdalas palatinas.
El suelo de la boca está formado por la lengua, que está formada por una masa de músculo esquelético.
En su superficie se encuentran unas papilas que son las papilas gustativas, que se encargan de captar los diferentes sabores. Los 2/3 anteriores de la lengua están dentro de la boca y 1/3 se encuentra en la faringe. Entre ambas zonas hay una especie de V que está formada por papilas gustativas más grandes de lo normal.
 En la cara inferior de la lengua nos encontramos con el frenillo lingual, que es un repliegue que une la lengua con el suelo.Al interior de la boca desembocan los productos de las glándulas salivares.


Los Labios:
Son dos estructuras (una superior y otra inferior) conformadas por piel y músculo, que dan la entrada a la cavidad oral. La piel de los labios está perfectamente adaptada para recibir ciertos estímulos y proteger al organismo. Es más delgada, ricamente irrigada e inervada, de manera que capta con mayor fineza la temperatura y textura de los alimentos.
El movimiento y apertura de los labios están condicionados por una serie de músculos controlados por el nervio facial. El más importante de ellos es uno de forma circular, denominada orbicular, que trabaja coordinadamente con la compleja red muscular del rostro, mandíbulas y parte superior del cuello.
Entre las funciones de los labios están, mediante el cierre de la boca, impedir la salida de la comida y de los líquidos durante la masticación. También participan de la vocalización, expresión facial y de la comunicación, además de ayudar a succionar, besar y silbar.
La Dentadura:
Desde la gestación, a partir del segundo mes, ya comienzan a formarse los esbozos de nuestros primeros dientes. Sin embargo, estos no serán definitivos. El ser humano, a lo largo de su vida, posee dos dentaduras, una temporal y otra permanente.
La primera de ellas, constituida por los llamados: dientes de leche, comienza a aparecer a partir del sexto u octavo mes de vida. Solo tiene 20 piezas (a esa edad el maxilar es de menor tamaño), que se caracterizan por ser pequeñas y con una raíz poco profunda. Los dientes de leche emergen desde las encías de manera ordenada, desde los incisivos centrales hasta los segundos molares.
Aproximadamente, a partir de los seis años, comienza el cambio o muda de dientes, con la caída de las piezas temporales y la aparición de los dientes definitivos.
Las piezas dentales permanentes pueden aparecer hasta los 21 años (incluyendo a los terceros molares). El primer diente en aparecer es el primer molar. Luego, en un proceso continuo y relacionado con el crecimiento de la mandíbula, aparecen las piezas restantes.
Estructura Dental:
Un diente, en su parte interna, está constituido por una serie de capas que le otorgan mayor estabilidad, flexibilidad y soporte.
Cada diente está formado por una raíz (parte incrustada en el maxilar) y la corona (porción visible). Esta última está recubierta por el esmalte, sustancia considerada como la más dura y pesada del cuerpo humano y que está formada, en su mayoría, por cristales de fosfato de calcio.
Avanzando hacia el interior, en lo que podría considerarse el "esqueleto" del diente (corresponde a un 40% de la estructura dental) encontramos la dentina, tejido de color blanco amarillento, que necesita de un constante suministro sanguíneo para seguir con vida. Una de sus principales características es que posee elasticidad para amortiguar la fuerza del mordisco, sirviendo como soporte entre la corona y la mandíbula.
La dentina, a su vez, encierra a la que es la zona más interna del diente: la pulpa. Esta posee una consistencia similar a un gel, compuesta por proteínas, carbohidratos y agua y, además, posee una rica red de vasos sanguíneos y nervios que permiten que los dientes perciban los cambios de temperatura y el dolor. Todos los dientes poseen la misma composición. Son estructuras duras, formadas por varias capas y fijadas fuertemente al maxilar. Pero si abrimos la boca, notaremos que tienen algunas características particulares.
Los dientes ubicados en la parte anterior de nuestra dentadura que, se denominan incisivos, poseen un borde filoso con forma de cincel, especialmente adaptado para trozar la comida. Estos están acompañados a cada lado por los caninos, dientes que poseen una punta redondeada que sirve para sujetar y desgarrar.
Al final de la boca se ubican los premolares y molares. Estos son las piezas dentales de mayor tamaño y tienen dos o cuatro puntas que facilitan la masticación y trituración de los alimentos, para convertirlos en la masa que pasará posteriormente al tubo digestivo. Gracias a los dientes podemos masticar la comida, hasta convertirla en pequeños pedazos. Sin embargo, esta transformación no es suficiente, ya que la comida necesita de otro componente para avanzar por el tubo digestivo. Es así como desde las glándulas salivales se produce una sustancia acuosa conocida como saliva, que produce los primeros cambios químicos de los alimentos consumidos.
La saliva está compuesta un 99,5% de agua y un 0,5% de electrolitos, vitaminas, enzimas y material celular. Existen glándulas salivales menores y mayores. Las primeras (más de 700) están dispersas en la mucosa de la vía digestiva superior y secretan saliva a través de conductos independientes. El grupo de las mayores está compuesto por tres pares glandulares: parótida, sublingual y submandibular.
La glándula parótida es la de mayor tamaño; pesa de 25 a 30 gramos y se ubica delante de la oreja, en la fosa parótida. Produce una gran cantidad de saliva (aproximadamente, un 45% del total), la que es excretada por el conducto parotídeo o de Stenon. La glándula salival sublingual, como su nombre lo indica, está fijada bajo la lengua y posee cerca de 20 conductos por los que secreta saliva. El último par lo constituye la glándula submandibular, también conocida como submaxilar, que está alojada en el fondo de la parte inferior de la boca.
La Saliva:
La saliva es una secreción compleja proveniente de las glándulas salivales mayores en el 93% de su volumen y menores en el 7% restante. El 99% de la saliva es agua mientras que el 1% restante está constituido por moléculas orgánicas e inorgánicas. Si bien la cantidad de saliva es importante,  también lo es la calidad de la misma. Se revisará los componentes de la saliva y sus funciones en el mantenimiento de la salud oral los principales factores causales que alteran la secreción salival, se comentará la importancia de la saliva en el desarrollo de la enfermedad de caries y en la formación de la placa bacteriana, y se analizará su papel como material de ayuda para el diagnóstico de algunas patologías. Las variaciones en el flujo salival pueden verse afectadas por múltiples factores fisiológicos y patológicos, de forma reversible o irreversible. Juega un papel fundamental en el mantenimiento de la integridad de las estructuras bucales, en la vida de relación, en la digestión y en el control de infecciones orales. El papel de la saliva en la protección  frente a la caries podemos concretarlo en cuatro aspectos, dilución y eliminación de los azúcares y otros componentes, capacidad tampón, equilibrio entre la desmineralización y remineralización y acción antimicrobiana.
La saliva como alternativa para el diagnóstico, de algunas enfermedades, como elemento para monitorizar la evolución de determinadas patologías o la dosificación de medicamentos o drogas proporciona una vía prometedora. La accesibilidad en su obtención y la correlación positiva entre múltiples parámetros en el suero y en la saliva son algunas de las ventajas que ofrece como instrumento diagnóstico.
Glándulas Salivales:
Distinguiremos en el hombre tres pares de glándulas salivares: las parótidas situadas bajo el oído, las glándulas submaxilares que se localizan en la mandíbula inferior y las glándulas sublinguales bajo la lengua. Estas glándulas se encargan de producir saliva en determinados momentos respondiendo a una diferente gama de estímulos sensoriales: estímulos gustativos, olfativos e incluso estímulos psíquicos. Según el estado del individuo la composición de la saliva será variable.  Se diferencian dos tipos de células, las células serosas y las células mucosas. Si realizamos un corte a un alveolo se observan células en forma prismática con un núcleo basal muy fino. En el polo apical se aprecia un acumulo de mucus de color blanco. Los acinos serosos presentan células con núcleos redondos y acumulaciones citoplasmáticas oscuras. Las células mucosales segregan mucus, mientras que las células serosas segregan agua, ptialina y otras enzimas y proteínas. Las glándulas pueden ser mixtas, tienen al mismo tiempo células serosas y mucosas. También se observan unidades secretoras que presentan los dos tipos celulares. En estos casos las células serosas se sitúan adosadas a la superficie basal de las células mucosas formando las medias lunas de Gianuzzi. La secreción se conduce por las ramificaciones de la glándula para ser expulsadas al exterior. El epitelio de los conductos es de tipo monoestratíficado cúbico en las zonas más ramificadas. En las zonas donde ser recoge una mayor cantidad de secreción el epitelio es pseudoestratificado y en algunos casos pluriestratificado. Envolviendo la glándula hay una cápsula de tejido conjuntivo denso. En el interior de la glándula se observan tabiques de conjuntivo que dividen que dividen al órgano en lobulillos. En este tejido aparecen vasos sanguíneos, vasos linfáticos y nervios. Aparece una zona determinada de la entrada y salida de los vasos al interior del órgano, es el hilio. Los vasos circulan por los tabiques hasta encontrarse con los lobulillos. Las glándulas sublinguales son más pequeñas y no tienen cápsula de tejido conjuntivo. Las parótidas y submaxilares si poseen cápsula. Las glándulas submaxilares son seromucosas, aunque las células serosas predominan sobre las mucosas. Las sublinguales son mucoserosas y las parotidas serosas. Existe un tercer tipo de célula que se localiza rodeando los acinos mixtos. Son células de aspecto epitelial presentando una gran cantidad de microfilamento, son células mioepiteliales. Estos microfilamentos le confieren cierta capacidad contráctil, de forma que estas células pueden movilizar las secreciones de las glándulas.
Las glándulas parótidas son las más grandes. Están situadas delante del CAE (conducto auditivo externo) y por fuera de la rama ascendente de la mandíbula. El conducto de la glándula que desemboca en la boca se encuentra en contraposición con la cara externa del 2º molar (por dentro de la mejilla). La inflamación de estas glándulas da lugar a la parotiditis o paperas.
Las glándulas submandibulares están situadas por dentro de la mandíbula cerca del ángulo mandibular. También tiene conductos que desembocan en el suelo de la boca. Las glándulas sublinguales están debajo de la lengua a cada lado del frenillo.
El Paladar:
El paladar es una estructura de la glotis que la separa de las fosas nasales: es una zona de roce cuya interacción lengua-paladar permite articular sonidos.
El paladar, en la zona de la encía y en el rafe medio del paladar duro presenta una mucosa sésil, es decir, sin submucosa, con una lámina propia directamente unida al periostio. El epitelio de la mucosa sésil es plano pluriestratificado. Si aparece carnificación en el paladar blando hay patología.
La zona grasa del paladar duro presenta una submucosa con grasa, en tanto que la zona glandular presenta pequeñas glándulas salivares menores. El paladar duro se encuentra ricamente inervado.
El paladar blando presenta músculo esquelético. El paladar blando está interpuesto entre boca y fosas nasales. Así, el epitelio que reviste la porción del paladar blando que da hacia las fosas nasales es igual al que las reviste a ellas mismas, de tipo prismático pseudoestratificado, en tanto que el epitelio que da hacia la boca es plano pluriestratificado con probable paraqueratosis. El paladar blando presenta submucosa. En el paladar blando todas las glándulas son de tipo mucoso.
El paladar constituye la pared superior o techo de la cavidad oral. Está dividido en dos partes, la bóveda palatina o paladar óseo en sus dos tercios anteriores, y el paladar blando o velo del paladar en su tercio posterior. En el centro y en la parte más posteroinferior del velo del paladar cuelga la úvula.
Después de tragar el alimento, este es conducido a través de las vías digestivas superiores. Tanto la faringe como el esófago constituyen el primer tramo del camino recorrido por la comida durante el proceso digestivo. La faringe es un conducto situado por detrás de las fosas nasales y de la boca, al interior del cuello. Mide cerca de 12 centímetros y conecta la nariz con la laringe y la boca con el esófago.
Su interior está recubierto por una mucosa que produce un moco lubricante. Posee, además, importantes músculo (constrictores y elevadores) que participan activamente durante la deglución del bolo alimenticio.
A continuación se ubica el esófago, conducto muscular que alcanza los 25 centímetros en una persona adulta y que está encargado del transporte directo hacia el estómago. Va desde la zona inferior del cuello, baja por el tórax (por delante de la columna vertebral) y atraviesa el diafragma, para conectarse con el estómago en el área superior de la cavidad abdominal.
Tanto al comienzo de esta estructura como al final, encontramos unas verdaderas "llaves de paso", llamadas esfínteres y que se cierran o abren de acuerdo con la entrada de los alimentos. En la parte superior se sitúa el esfínter cricoesofágico, mientras que en la porción terminal, exactamente en la unión con el estómago, se ubica el esfínter esofágico inferior.
La musculatura del esófago está especialmente adaptada para comprimir y dilatar sus paredes, facilitando el avance de la comida hacia el estómago. Su apariencia aplanada cambia cuando circula el bolo alimenticio a través de él.

La Faringe:
También conocida como garganta, en un tubo único que conduce el aire a la laringe y el alimento al esófago. Se cuentan por lo menos siete conductos que coinciden en este punto (dos coanas nasales, la conexión posterior con la boca, la laringe, el esófago, dos trompas de Eustaquio). Esto, a veces, ocasiona problemas, como atragantarse con los alimentos.
-Forma:
Es un órgano hueco, en forma de cilindro ensanchado o de embudo abierto para delante cuyo techo corresponde al occipital.
-Ubicación:
Se encuentra en la parte anterior del cuello, por encima de la laringe, la tráquea y el esófago. Detrás de la boca (el paladar blando) y por debajo de la cavidad nasal. Se extiende de la base del cráneo al borde inferior del cartílago cricoides, frente a la sexta vértebra cervical, se relaciona hacia arriba con el cuerpo del esfenoides y la porción basilar del occipital y hacia abajo se une con el esófago.
-Función
Unir las vías aéreas superiores con la tráquea
Conectar la boca con el esófago
Impedir que el alimento se vaya por las vías respiratorias mediante el cierre de la epiglotis.
-Anatomía y Componentes
Es un tubo muscular de unos 13 cm de largo. Está formada por una parte superior (nasofaringe o rinofaringe), un parte media (orofaringe o bucofaringe) y una parte inferior (hipofaringe o laringofaringe). La faringe está revestida por una membrana mucosa compuesta por células que producen moco y tienen cilios que atrapan las partículas extrañas. Y constituida básicamente por músculos (constrictores: superior, medio e inferior; y elevadores: estilofaríngeo y faringopalatino).
La nasofaringe es la parte posterior de la cavidad nasal, y básicamente un componente del aparato respiratorio. Se comunica con la bucofaringe por el istmo faríngeo, que se cierra durante la deglución para evitar que la comida pase a la concha. Es sede de la amígdala faríngea, una masa de tejido linfoide que cuando se inflama produce adenoides. Las trompas de Eustaquio se encuentran adheridas a las paredes de la nasofaringe, aproximadamente a 1 o 1.5 cm. del techo de la misma; son las encargadas de regular presión de la cavidad timpánica con el exterior. La bucofaringe se extiende del velo del paladar al borde de la epiglotis, se comunica con la boca por el istmo bucofaríngeo. Se caracteriza por estar rodeadas de un anillo de masa linfoidea, las amígdalas. Está unida por dos músculos al paladar y el espacio que queda entre estos pilares se denomina fosa amigdalina. El término fauces abarca estos cuatro componentes. La laringofaringe se extiende del borde superior de la epiglotis al borde inferior del cartílago cricoides, desde donde se prolonga al esófago. Por delante es la apertura a la laringe.
La Laringe:
Cámara hueca en la que se produce la voz. Es una porción modificada de la tráquea con tres estrecheces en su interior. Es fácil de observar externamente, ya que es la llamada manzana, nuez o bocado de Adán (el nombre surge del relato del Génesis, según el cual al comer Adán de la manzana, un pedazo se le quedó atascado en la garganta). Sube en la espiración y particularmente durante la deglución; por el contrario, baja en la inspiración y mucho más en la succión o al bostezar.
-Forma
Es un tubo corto formado por esqueleto cartilaginoso, unido por tejido fibroso y ligamentos, con una serie de músculos, casi todos simétricos, vinculados con la fonación. El tamaño varía con la especie animal y su función. En el caso del humano, la laringe del hombre es un tercio más larga que la de la mujer.
-Ubicación
En mamíferos y anfibios se encuentra en la parte frontal o superior de la tráquea. En los mamíferos une la porción inferior de la faringe con la tráquea y ocupa una posición frontal o ventral en relación con el esófago, por detrás de la piel y el tejido conectivo de la garganta. La laringe está sujeta por medio de ligamentos al hueso hioides, situado en la base de la lengua.
-Funciones             
Permitir que el aire entre a los pulmones
Producción de sonidos. Fonación y palabra
Durante la deglución, la laringe sube y comprime la epiglotis y la raíz de la lengua, y de este modo se evita que el alimento penetre en las vías respiratorias.
-Anatomía y Componentes
El bastidor esquelético de la laringe es un conjunto de tres grandes estructuras cartilaginosas: epiglotis, cartílago tiroides y cartílago cricoides y varios pares de pequeños cartílagos, los más importantes de ellos son los llamados aritenoides. Su cara interior se halla tapizada por una mucosa de epitelio cilíndrico ciliado con glándulas mucosas que y se estratifica en el borde libre de las cuerdas vocales verdaderas. La secreción de estas glándulas es permanente y funciona como lubricante de las cuerdas vocales.
La epiglotis es un cartílago ancho situado por delante del tiroides que se extiende hasta la parte superior de éste. Bascula sobre la apertura de la faringe hacia el interior de la laringe.
Justo por debajo de la epiglotis se encuentra el cartílago tiroides angular, formado por dos placas verticales que se unen en la parte delantera del cuello formando un ángulo diedro. La unión de estas placas forma la proyección llamada nuez de Adán. La inserción de la parte anterior de las cuerdas vocales se realiza en esta unión. Se une mediante membranas y ligamentos, abajo con el anillo cricoides y arriba con el hueso hioides, así resulta el sostén de la laringe.
Las porciones posteriores del cartílago tiroides abrazan el cartílago circular cricoides, que mantiene la laringe siempre abierta. Es el ubicado en la parte más baja de la laringe y se considera una modificación de la tráquea. Sobre el borde superior se articulan dos cartílagos aritenoides, de forma piramidal. Se pueden alejar o acercar entre sí y rotar sobre un eje vertical. Tienen dos apófisis, una para la inserción de la cuerda vocal verdadera y otra muscular.
La laringe humana tiene dos pares de cuerdas vocales formadas por tejido conectivo elástico cubierto por pliegues de membrana mucosa.
Las dos cuerdas vocales verdaderas se conocen con el nombre de glotis. Nacen en el ángulo agudo del cartílago tiroides y se dirigen horizontalmente hacia atrás, para terminar en la apófisis vocal del cartílago aritenoides respectivo. De vista frontal son triangulares con una superficie superior plana y una inferior cóncava y se enfrentan por sus bordes libres. En su interior poseen un ligamento y los haces internos del músculo tiroaritenoideo. Los bordes libres forman un ángulo agudo hacia atrás, la parte anterior se llama glotis vocal o ligamentosa y mide 18 mm de largo en los hombres y 13 mm en la mujer. La parte posterior se denomina glotis cartilaginosa y mide de 7 a 8 mm.
Por encima se encuentran las cuerdas vocales falsas que se extienden desde la epiglotis hasta el ángulo del cartílago tiroides; estas cuerdas estrechan la glotis (la apertura faríngea de la laringe) durante la deglución. Limitan también, junto con las paredes de la laringe los ventrículos laterales de Morgagni (sacos de aire que se inyectan en los pulmones en caso de necesidad y sirven como caja de resonancia para la voz). La mucosa aquí es adenoidea y se infiltra líquido con facilidad. En casos patológicos esto puede causar asfixia.
Todos los músculos son pares, excepto el ariaritenoideo. Fisiológicamente todos tienen que ver con el movimiento de las cuerdas vocales.
Para los movimientos de abducción o separación de las cuerdas o dilatación de las glotis están los cricoaritenoideos posteriores que hacen rotar a los aritenoides alrededor de un eje vertical.
Para los movimientos de aducción o de acercamiento de las cuerdas vocales o de constricción de la glotis existen tres grupos: los cricoaritenoideos laterales (rotación de los aritenoides), el ariaritenoideo (deslizamiento de los mismos cartílagos hacia la línea media) y los tiroaritenoideos (que rotan los aritenoides y completan el cierre de la glotis).
Para aumentar la tensión y los movimientos intrínsecos de las cuerdas están los cricotiroideos (al bascular el cartílago tiroides mueven su cara anterior hacia arribas y adelante y separan los puntos de inserción) y los tiroaritenoideos (que corren por el interior de las cuerdas; es llamado el músculo vocal porque al estar dentro de la cuerda, de la tiroides a la aritenoides, afila el borde, disminuye la superficie de contacto o crea muescas que alteran la forma de la glotis y en consecuencia su cierre; es el músculo de respuesta más rápida del organismo que se conoce)
La laringe recibe sangre de las arterias laríngeas superiores y ramas de las arterias tiroideas superior e inferior. Las venas acompañan a las arterias y los vasos linfáticos desembocan en nódulos cervicales profundos.
La laringe se puede explorar gracias al laringoscopio, que básicamente es dirigir un haz de luz hacia la laringe para poder observar las estructuras con la ayuda de un espejo o una cámara de vídeo.
En la forma hablada del lenguaje se utiliza la voz producida durante la espiración por la estrecha colaboración de los aparatos respiratorio y digestivo. Ésta experimenta modificaciones en la boca y faringe que origina una serie de sonidos elementales o fonemas (vocales o consonantes) que al combinarse crean las palabras. La formación mecánica de la voz consta de: una fuerza motora que pone en función el mecanismo (los pulmones y la tráquea), una parte vibrante (la laringe y las cuerdas vocales), y un resonador para reforzar las vibraciones (laringe, faringe y boca).
La voz se produce por acción del soplo expiatorio al pasar por la glotis laríngea. Inmediatamente antes de hablar la glotis se cierra por acercamiento de las cuerdas vocales. Los pulmones y la caja torácica se contraen y envían el aire hasta que la glotis se abre y se produce la voz. Esto se denomina posición de fonación, se cierra la glotis, aumenta la presión intratraqueal, los músculos se encargan de contraer, separar y ubicar a las cuerdas bucales en posición, hasta que sale el aire y con las vibraciones de los bordes libres, el sonido. La intensidad (sonido fuerte o débil) es directamente proporcional a la vibración de las cuerdas, que a su vez vibran más cuando existe mayor presión (mayor emisión de aire de los pulmones). Ésta se mide en decibeles, una conversación corriente oscila entre los 40 y 50 db.
La laringe constituye la parte vibrante que produce el sonido de la voz. La vibración que en el par de cuerdas vocales verdaderas provoca el aire procedente de los pulmones determina la formación de sonidos que amplifica la naturaleza resonante de la laringe. La corriente expiatoria se presenta en forma intermitente y provoca remolinos en las cavidades supraglóticas. Dos teorías pretenden explicar el paso del aire a través de las cuerdas vocales para la formación del sonido, la mioelástica que dice que todo depende de la cantidad de aire que pase y la neurocronáxica, que involucra al sonido como respuesta a una serie de rápidos e intensos impulsos nerviosos. Ambas fueron propuestas por Husson.
El tono (altura: grave o agudo) del sonido depende del número de vibraciones por segundo. Se controla de forma voluntaria por medio de músculos que giran los cartílagos aritenoides hacia el centro del cuerpo (relajando y alargando las cuerdas) para emitir tonos bajos y hacia los lados (acortando y tensando las cuerdas) para los altos. La magnitud del ángulo formado por las placas del cartílago tiroides determina la gravedad de la voz. Los tonos graves tienen una apertura mayor de la glotis que los agudos. Durante la pubertad, este ángulo disminuye en los varones y, al reducir la tensión de las cuerdas vocales, hace que la voz sea más grave; en casi todas las mujeres aumenta y acentúa la tensión de las cuerdas, haciendo que el tono sea una octava más aguda.

El Estomago
El estómago, órgano principal de la digestión,  y la parte más grande del  aparato digestivo, tiene la forma de un saco elástico que puede aumentar o disminuir su tamaño según la cantidad de alimento que contenga.
Este órgano posee dos aberturas: una que comunica con el esófago, por donde entran los alimentos, que se llama cordias, y otra de salida que los conduce a los intestinos, una vez digeridos, que se llama píloro.
Las paredes del estómago están formadas por varias capas. Una de ellas es muy musculosa, sirviendo sus contracciones para amasar el bolo alimenticio cuando se halla en el estómago, completando la acción mecánica y facilitando así su mezcla con los jugos digestivos. La membrana interior es una membrana mucosa que, examinada a través de una lupa, presenta unos hoyitos, en el fondo de los cuales aparece un punto oscuro.
Este punto es la abertura de las glándulas gástricas, que segregan un líquido digestivo, claro y ácido, llamado jugo gástrico, que contiene ácido clorhídrico y las enzimas pepsina, gastrina y lipasa que ayudan a digerir los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas del alimento. Específicamente, la pepsina, secretada por las glándulas gástricas, fracciona las proteínas en fragmentos más pequeños.

Los tejidos del estómago incluyen una cubierta externa fibrosa que deriva del peritoneo y, debajo de esta, una capa de fibras musculares lisas dispuestas en estratos diagonales, longitudinales y circulares. En la unión del esófago y el estómago, la capa muscular circular está mucho más desarrollada y forma un esfínter, el cardias. La contracción de este músculo impide el paso de contenido esofágico hacia el estómago y la regurgitación del contenido gástrico hacia el esófago. En la unión del píloro y el duodeno existe una estructura similar, el esfínter pilórico.
La submucosa es otra capa del estómago, formada por tejido conjuntivo laxo, en el cual se encuentran numerosos vasos sanguíneos, linfáticos y terminaciones nerviosas del sistema nervioso vegetativo. La capa más interna, la mucosa, contiene células secretoras, algunas de las cuales producen ácido clorhídrico, que no solo neutraliza la reacción alcalina de la saliva, sino que proporciona un carácter ácido al contenido gástrico y activa los jugos digestivos del estómago.
Las enzimas que se encuentran en el jugo gástrico son la pepsina, que en presencia de ácido fragmenta las proteínas en peptonas; la renina, que coagula la leche, y la lipasa, que rompe las grasas en ácidos grasos y glicerol. Un tercer tipo de células producen mucosidades para proteger al estómago de sus propias secreciones. Cuando un trastorno psicosomático o patológico impide la secreción adecuada de mucosidad, la mucosa gástrica se erosiona y se forma una úlcera.


Después que el bolo alimenticio pasa desde el esófago hacia el estómago, el nervio vago estimula la segregación de los jugos gástricos en el estómago. Cuando estos se combinan con el alimento, se forma una sustancia semilíquida llamada quimo, que estimula las paredes estomacales, facilitando el peristaltismo (contracciones musculares que permiten el avance de los alimentos). Una vez culminado este proceso, el quimo está preparado para continuar su viaje y trasladarse hacia el intestino delgado

La penetración en el estómago de productos alimenticios digeridos en parte, estimula la secreción de jugo gástrico. Los alimentos inducen la formación -en el extremo pilórico del estómago- de una hormona llamada gastrina, que cuando se absorbe estimula las glándulas secretoras. Este estímulo también se puede presentar por la simple visión u olor de la comida, lo que se denomina estimulación refleja o cefálica.
La porción cardíaca del estómago almacena la comida ingerida y las ondas de contracción -que pueden ocurrir a una frecuencia de tres por minuto- maceran y mezclan por completo el alimento con el jugo gástrico.
El alimento pasa periódicamente desde el estómago hacia el duodeno, proceso generado por la contracción de los músculos de la pared del estómago. Estos músculos están inervados por el nervio vago, que estimula la contracción de la musculatura gástrica y permite la apertura del esfínter situado entre el estómago y el duodeno, llamado píloro.
La capa serosa, constituida por tejido conectivo laxo tapizado por una capa epitelial llamada mesotelio, envuelve al estómago en toda su extensión, expandiéndose en sus curvaturas para formar el omento menor, el omento mayor y el ligamiento gastrofrénico. El estómago está controlado por el sistema nervioso autónomo, siendo el nervio vago el principal componente del sistema nervioso parasimpático. La acidez del estómago está controlada por tres moléculas que son la acetilcolina, la histamina y la gastrina.
Después que el bolo alimenticio pasa desde el esófago hacia el estómago, el nervio vago estimula la segregación de los jugos gástricos en el estómago. Cuando estos se combinan con el alimento, se forma una sustancia semilíquida llamada quimo, que estimula las paredes estomacales, facilitando el peristaltismo (contracciones musculares que permiten el avance de los alimentos). Una vez culminado este proceso, el quimo está preparado para continuar su viaje y trasladarse hacia el intestino delgado.
El estómago tiene varias partes:
1.             El Cardias: es un esfínter* que comunica el esófago con el estómago y que regula la entrada de alimentos e impide que haya reflujo en su normal funcionamiento. (que la comida vuelva atrás).
*esfínter: anillo de fibras musculares circulares que se disponen alrededor de un orificio
2.             El Fundus es la porción superior del estómago. Es donde se produce la acumulación de los gases, que se puede apreciar en una radiografía de abdomen en bipedestación (de pie). El signo radiológico se conoce como cámara de gases.
3.             El cuerpo es la parte que ocupa la mayor parte del estómago.
4.             El antro es una zona de estrechamiento que sirve de antesala al píloro.
5.             El píloro o esfínter pilórico  une el final del estómago con la 1ª porción del intestino delgado, el duodeno.
El estómago presenta dos curvaturas, una mayor dirigida hacia la izquierda y otra menor dirigida hacia la derecha.

El Intestino Delgado:
Es un conducto músculo-membranoso que se extiende desde el estómago hasta el intestino grueso. Mide de 6 a 8 m de longitud. En el se llevan a cabo dos funciones principales: digestión de alimentos y absorción de sustancias nutritivas que pasan a los vasos sanguíneos linfáticos.
El intestino delgado se divide en dos partes: duodeno y yeyuno íleon. La primera comunica con el estomago a través del piloso y la segunda con el intestino grueso mediante la válvula ileocecal.
El duodeno esta situado en el epigastrio y tiene forma de anillo abierto o de letra “C “, en cuya concavidad se encuentra la cabeza del páncreas. Mide aproximadamente 25 cm. de longitud y en el se distinguen cuatro porciones: horizontal, vertical descendente, horizontal y una ascendente
En el interior de la porción descendente existen dos eminencias:
·         Una eminencia mayor o carúncula mayor, que corresponde a la ampolla de Vater, donde desemboca el conducto colédoco, que es la ultima porción de las vías biliares y el conducto pancreático principal.
·         Una eminencia menor o carúncula menor, donde desemboca el conducto pancreático accesorio.
Por lo tanto en la segunda porción del duodeno se vierte la bilis procedente del hígado y el jugo pancreático procedente del páncreas.
Todo el interior del intestino delgado se halla recubierto por la mucosa intestinal. Esta presenta una serie de formaciones que son: válvulas conniventes, vellosidades intestinales y micro vellosidades; todas ellas tienen como finalidad aumentar la superficie de absorción de la mucosa.
Las válvulas conniventes son pliegues transversales de la mucosa que sobresale en la cavidad intestinal: su altura es de 6 a 8 Mm. y están separadas entre si por una distancia casi igual. Está constituida por dos hojas de mucosa muy próximas y en medio de ellas una capa de tejido conjuntivo procedente de la túnica submucosa. El tejido conjuntivo esta recorrido por vasos y nervios destinados a la válvula.
Las vellosidades intestinales son unas prolongaciones digitiformes que se encuentran tanto en las válvulas convenientes como en el resto de la mucosa intestinal. Miden aproximadamente 1 mm de longitud. Al ser muy numerosa y al estar próximas entre si le confieren a la mucosa un aspecto aterciopelado.
Las vellosidades presentan una capa periférica formada por un epitelio que es igual al resto del a mucosa intestinal; se halla esencialmente constituido por dos tipos de células: las cilíndricas que son responsables de la absorción, y las células caliciformes, que secretan un mucus que se deposita sobre la mucosa intestinal y la protege. Las células cilíndricas presentan en su superficie una serie de pequeñas prolongaciones que constituyen un ribete en forma de cepillo y son las denominadas micro vellosidades; estas miden aproximadamente 1 mm. de longitud. La parte central de la vellosidad contiene vasos sanguíneos y un vaso linfático; también presenta fibras musculares lisas que son las responsables de los movimientos de las vellosidades. 

El Intestino Grueso:
Es la última porción del tubo digestivo; esta a continuación del intestino delgado y separado de el por la válvula ileocecal. El intestino grueso termina abriéndose al exterior por medio de un orificio que es el ano. Su longitud esta comprendida entre 1,4 y 1,8 m; el calibre varia a lo largo de su extensión, pero es superior a la del intestino delgado.
Una de sus funciones más importantes es la absorción de agua. El material no digerible que le llega al intestino delgado se encuentra en estado líquido; gracias a la absorción de agua que se produce a este nivel del tracto digestivo las heces adquieren la consistencia semisólida que les caracteriza. El intestino grueso también se encarga del transporte y posterior evacuación del material fecal.
En el interior del intestino grueso viven numerosas bacterias que en conjunto reciben el nombre de flora bacteriana intestinal; una de sus funciones es la síntesis de vitamina k.
El intestino grueso está dividido en tres partes:
El ciego: es la porción inicial del intestino grueso; tiene forma de fondo de saco y se encuentra alojado en la fosa iliaca derecha. Se comunica con el yeyuno íleon por medio de la válvula ileocecal; ésta permite el paso de sustancias que van del intestino delgado al grueso e impiden el reflujo de las mismas desde el intestino grueso al delgado.
El colón es la porción media del intestino grueso; se extiende desde el ciego hasta el recto. Está dividido en las siguientes partes:
o    Colon ascendente: éste desde la fosa ilíaca derecha, se dirige hacia arriba por el lado derecho del abdomen, hasta alcanzar la cara inferior del hígado.
o    Colon transverso: se extiende transversalmente desde el extremo superior del colon ascendente hasta la parte inferior del bazo. Por lo tanto atraviesa de derecha a izquierda la parte superior del abdomen.
o    Colon descendente: éste desde el colon transverso, se dirige por hacia abajo por el lado izquierdo del abdomen hasta legar a la pelvis.
o    Colon sigmoideo o pélvico: tiene forma de “s “está localizado en la fosa iliaca izquierda y se extiende desde el colon descendente hasta el recto.
El recto: está situado a continuación del colón sigmoideo y es el ultimo segmento del intestino grueso. Presenta una primera porción dilatada, la ampolla rectal y a continuación se encuentra una segunda porción estrecha, el conducto anal, que desemboca en la región perineal por medio de un orificio el ano, este presenta dos esfínteres:
o    Esfínter anal interno: está constituido por fibras musculares lisas y es de contracción involuntaria.
o    Esfínter anal externo: sus fibras musculares son estriadas y es de contracción voluntaria.
El Páncreas:
Mide 15 cm. de longitud y pesa 90 gramos. Es de color rosa, amarillento, y de consistencia granulosa. Se dispone transversalmente de derecha a izquierda, pegado a la pared abdominal posterior, por detrás del estómago. Se compone de cuatro porciones: la cabeza rodeada por el duodeno, que tiene la forma de un cuadrilátero (6 cm. de alto, 4 cm. de ancho, 2 a 3 cm. de espesor) y continua con el istmo, o cuello del páncreas, que une la cabeza con el cuerpo del órgano; la cola, situada detrás del estómago, va afilándose y acaba cerca del bazo.
El páncreas tiene dos funciones principales, la función  exocrina y la función endocrina. Las células exocrinas del páncreas producen enzimas que ayudan a la                                                                                                                                                                                                                                            digestión. Cuando los alimentos ingresan al estómago, las glándulas exocrinas liberan enzimas dentro de un sistema de conductos que llegan al conducto pancreático principal. El conducto pancreático libera las enzimas en la primera parte del intestino delgado (duodeno), donde las enzimas ayudan en la digestión de las grasas, los carbohidratos y las proteínas de los alimentos.
Está compuesta por un conjunto de enzimas que se liberan en el intestino para ayudar en la digestión: es el jugo pancreático. El páncreas presenta la estructura de una glándula serosa. Secreta al día de ½ a 1½ litros de jugo pancreático que recorre el conducto pancreático, vaciándose en el duodeno. La glándula pancreática exocrina tiene un aspecto ramificado que permite la subdivisión en lóbulos, a su vez formados de ácinos secretores más pequeños. Cada ácino pancreático está constituido por una fila de células acinares secretoras de jugo pancreático, más bien altas y dispuestas circularmente. De estos ácinos parten conductos excretores de muy reducidas dimensiones que desembocan en otros mayores hasta llegar al conducto principal o de Wirsung. El conducto de Wirsung tiene su origen en la cola del páncreas, recorre el cuerpo y recibe sus vasos colectores (que recogen el jugo pancreático para conducirlo al duodeno), atraviesa la cabeza y se introduce en la pared posterior del duodeno uniéndose al colédoco. En la unión del conducto principal con el duodeno encontramos el esfínter de Oddi, que controla el paso de los jugos pancreáticos y de la bilis hacia el duodeno. Existe otro conducto importante, el conducto accesorio o de Santorini. Este conducto discurre únicamente por la parte superior de la cabeza del páncreas y alcanza el duodeno un poco por encima del conducto de Wirsung formando la papila accesoria. Su función es recoger el jugo pancreático segregado por las células de la parte superior de la cabeza del páncreas.
La segunda función del páncreas es la función endocrina, la que envuelve la producción de hormonas o sustancias que se producen en una parte del organismo y que circulan en el torrente sanguíneo para influir en otra parte distinta del organismo. Las dos hormonas pancreáticas principales son la insulina y el glucagón. Las células del islote de Langerhans dentro del páncreas producen y secretan insulina y glucagón al torrente sanguíneo. La insulina sirve para bajar el nivel de glucosa en la sangre (glucemia) mientras que el glucagón lo aumenta. Juntas, estas dos hormonas principales trabajan para mantener el nivel adecuado de glucosa en la sangre. La insulina, es fundamental en el metabolismo de glúcidos en el organismo. La insulina se produce en el páncreas en grupos pequeños de células especializadas, cuando estas células no producen insulina suficiente se origina la diabetes
El páncreas endocrino está formado por acumulaciones de células dispuestas desordenadamente en la cabeza, el cuerpo y la cola, los islotes de Langerhans o pancreáticos. Se pueden contabilizar entre 0,5 y 1,5 millones de islotes pero no se distribuyen uniformemente, son más numerosos en el cuerpo y en la cola que en la cabeza. Estos islotes son denominados porción endocrina debido a que tienen la capacidad de introducir directamente en la sangre su secreción. Esta capacidad se debe a que están ricamente irrigados y atravesados por un sistema de vasos. La sangre que sale de los islotes va a mezclarse con la intestinal a través de la vena porta.
En los islotes distinguimos distintos tipos de células: alfa, beta y delta que tienen diversas funciones.
Beta: Estas células representan el 80% de las células totales en los islotes y fabrican insulina, hormona que permite el paso de la glucosa de la sangre al interior de la célula, estimula la formación de glucógeno* en el hígado (glucogenogénesis) e impide la glucogenolisis*. De igual modo actúa sobre los aminoácidos que ingresan en nuestro organismo: de una parte, facilitando su utilización por las células y, de otra, favoreciendo en el hígado su transformación en glucosa. De una forma similar, la insulina actúa también sobre las grasas, sea favoreciendo su utilización por las células, sea transformando los ácidos grasos en glucosa para su almacenamiento. Las células beta predominan en el centro del islote.
Alfa: Estas células representan el 20% del total de las células en los islotes y predominan en su periferia. Estas células secretan una hormona responsable del aumento de la glucemia, el glucagón. La secreción de esta hormona es estimulada por la ingesta de proteínas, el ejercicio y la hipoglucemia mientras que la ingesta de hidratos de carbono, la somatostatina y la hiperglucemia la inhiben. El glucagón aumenta la glucemia porque estimula la formación de glucosa en el hígado a partir del glucógeno hepático. Por esta razón decimos que el glucagón es una hormona antagónica a la insulina.
Delta: Estas células, que aparecen en muy poca proporción, son muy desconocidas y no se sabe cuál es su función pero se ha comprobado que contienen somatostatina, la cual inhibe la liberación de insulina y otras hormonas.

La Vesícula Biliar:
Órgano muscular que almacena la bilis, presente en la mayoría de los vertebrados. En el ser humano es un saco membranoso con forma de pera situado bajo la superficie del lóbulo derecho del hígado, justo detrás de las costillas inferiores. Tiene una longitud de 7,5 cm y un diámetro de 2,5 cm en su parte más ancha. Su capacidad varía de 30 a 45 mm.
La función de la vesícula es almacenar la bilis segregada por el hígado y que alcanza la vesícula a través de los conductos hepáticos y císticos, hasta ser requerida por el proceso de la digestión. Cuando funciona con normalidad, la vesícula vacía su contenido a través del conducto biliar en el duodeno para facilitar la digestión, favorece los movimientos intestinales y la absorción, evita la putrefacción y emulsiona las grasas.
Catalogada como una estructura de almacenamiento, la vesícula biliar es un pequeño saco hueco con forma de pera, de unos ocho centímetros de largo y tres de ancho.
Está ubicada en la parte derecha del abdomen, debajo del hígado y la forman, desde adentro hacia afuera, capas de tejido fibroso, músculos (que se contraen para expulsar la bilis) y una membrana mucosa de revestimiento. En ella se alberga de manera temporal y continua la bilis y por esta razón se encuentra conectada directamente con el hígado, a través de los conductos biliares.
La vesícula biliar posee, además, importantes conductos, por los cuales vierte su contenido hacia la primera porción del intestino delgado. Entre ellos está el conducto cístico, que sale desde la vesícula biliar y se conecta al duodeno por el colédoco. Este último es un tubo de, aproximadamente, 10 milímetros, que posee una válvula que abre y cierra el paso del contenido biliar, llamado esfínter de Oddi.
El Hígado
El hígado es el órgano más grande del organismo, pesa más de dos kilos. Esta situado debajo del diafragma en la parte superior derecha de la cavidad abdominal y sobrepasando la línea media, colocándose en este extremo por delante del estómago. En condiciones normales no debe sobrepasar el reborde costal. (En caso de patologías se puede palpar por debajo del reborde costal).
El hígado se divide en cuatro lóbulos. El lóbulo derecho es el más grande. La prolongación del hígado hacia la izquierda es el lóbulo izquierdo. Los otros dos lóbulos están en la cara inferior y se llaman lóbulo cuadrado, antero inferior, y lóbulo caudado, postero inferior.
La cara supero anterior o diafragmática tiene una superficie lisa que se  acopla perfectamente al diafragma.
En la cara inferior se puede ver el hilio hepático entre los cuatro lóbulos, por donde entran y salen todas las estructuras: vena porta, vías biliares. Entre el lóbulo cuadrado y el lóbulo derecho queda  encajada la vesícula biliar que es una estructura con forma de saco que sirve de reservorio para el almacenaje de la bilis formada en el hígado, sobresaliendo un poco por el borde anterior del hígado.
En la cara posterior  tenemos la vena cava inferior, a donde van a desembocar las venas hepáticas. En la parte superior de esta cara tenemos el hilio suprahepático o superior, por donde salen las venas hepáticas para desembocar en la vena cava inferior.
El hígado lo forman unas unidades anatómicas pequeñas de forma hexagonal que se llaman lobulillos hepáticos. En el centro de cada uno está la vena central del lobulillo, que va a desembocar en las venas hepáticas. Los lobulillos están formados por un conjunto de células hepatocitos que se disponen alrededor de la vena central. En cada esquina del hexágono hay un conjunto de estructuras que son ramas de la arteria hepática, de la vena porta y de los conductos biliares.
La sangre que llega de la arteria hepática oxigena las células hepáticas. La sangre que llega de la vena porta es metabolizada por el hígado para eliminar las toxinas. Ambas sangres se dirigen entre los hepatocitos por los sinusoides hepáticos (canalitos) hasta llegar a la vena central.
Los canalículos biliares son unos conductos finitos que recogen la bilis segregada por los hepatocitos. Los canalículos se van uniendo hasta formar los conductos biliares derecho e izquierdo que llevarán la bilis hasta el conducto hepático continuándose con el conducto cístico de la vesícula y desembocando finalmente en la vesícula biliar donde queda almacenada.
En el momento de la digestión, la bilis sales de la vesícula a través del conducto cístico que al unirse con el conducto hepático originan el conducto colédoco, por donde se dirige hasta desembocar en el duodeno, en la ampolla de Váter.
El Peritoneo:
Es una membrana serosa dispuesta como un saco de doble pared que recubre gran parte de las vísceras abdominales total o parcialmente (dentro del globo varias vísceras).
Las vísceras que se encuentran recubiertas por el peritoneo se llaman vísceras intraperitoneales. Son el estómago, el hígado, parte del intestino...
Otras vísceras quedan por detrás del peritoneo denominándose retroperitoneales, no están totalmente recubiertas por esta membrana. Son los riñones, el páncreas...
Algunas vísceras se quedan por debajo del peritoneo, en la cavidad pélvica. Son las vísceras subperitoneales.
La hoja externa o parietal tapiza el diafragma y las paredes del abdomen. La hoja interna o visceral está en íntimo contacto con las vísceras. Entre ambas encontramos una cavidad virtual que se llama cavidad peritoneal (igual que la cavidad pleural), en cuyo interior hay una cantidad de líquido peritoneal para facilitar el movimiento de las vísceras. Una inflamación del peritoneo o peritonitis puede desencadenar en la muerte.
El Bazo:
Es un pequeño órgano situado por debajo del diafragma izquierdo, detrás del estómago, por delante del riñón izquierdo, por encima del colon descendente, del reborde costal hacia arriba. El bazo está relacionado con la cola del páncreas.
Está cubierto por la parrilla costal izquierda, que le proporciona una protección importante. En su interior tiene mucha sangre y se encarga de producir linfocitos, eliminar eritrocitos, etc. En su interior se destruyen los hematíes viejos (glóbulos rojos).
Al ser un órgano pequeño presenta gran facilidad para romperse en caso de fracturas costales, dando lugar a hemorragias graves, siendo la única solución quitar el bazo (esplenectomía). 

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